martes, 22 de marzo de 2016

No se controla la inflación sin intervención del Estado

Lic. Arroyo
Daniel Fernando Arroyo es licenciado en Ciencia Política de la UBA y posgraduado en Control y Gestión de Políticas Públicas en Flacso. Ocupó hasta el 2007 la Secretaría de Políticas Sociales y Desarrollo Humano del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, y el Ministerio de Desarrollo Social de la Provincia de Buenos Aires entre 2007 y 2009. Palabra autorizada, si la pobreza es la cuestión.

PREGUNTA: ¿Qué opina de los primeros meses de Macri?

RESPUESTA: Mi sensación es que hay política económica, pero no política social, sobre todo en los dos temas más críticos, que son empleo e inflación. En los últimos seis meses, empeoró la situación social, producto de tres cosas. Primero, el aumento del precio de los alimentos. Segundo, el parate de la construcción, lo que implica que muchas familias dejen de hacer changas, que a veces complementan sus ingresos. Y por último la caída del empleo público y privado.

P: La omisión de políticas sociales y los efectos sociales de las políticas económicas ¿no son otra forma de "hacer política"?

R: Absolutamente, así es. El gobierno está mal enfocado en la medida que cree en la "teoría del derrame". Esto es, ajustar la economía, promover y atraer inversiones, las inversiones hacen crecer la economía, y eso luego provoca mejora en el empleo. De allí la lógica que uno escucha de los principales funcionarios: "Vamos a traer inversiones, y así lograremos llegar a pobreza cero".

P: ¿Funciona ese esquema?

R: No funciona así en la Argentina. No sólo por una cuestión ideológica, sino por una cuestión práctica. Si se logrará traer un flujo importante de inversiones, probablemente esas inversiones tengan que ver con la actividad primaria y no con aquellas que generan empleo como son la construcción, el sector textil, el metalmecánico. Sin intervención del Estado no se genera desarrollo, no se reduce la inflación ni se genera empleo en Argentina.

P: En 2014 hubo una serie de medidas compensatorias para evitar la caída del salario real, ¿faltan hoy esas medidas luego ?

R: Si, claramente faltan políticas compensatorias. El gobierno anterior en 2014, con buenas y malas artes cuidó el empleo y se metió con la inflación, inventando los Repro del Ministerio de Trabajo o presionando a las empresas. Aun así hubo un claro empobrecimiento de la población. La inflación no es sólo una cuestión relacionada con la cantidad que se emite de dinero, sino que tiene que haber una intervención directa del Estado, que hoy no está sucediendo.

P: Este gobierno parece inclinarse por una economía de mercado y por una menor intervención del Estado, ¿lo considera adecuado?

R: El gobierno anterior fue todo el Estado, y terminó complicando las cosas. Este gobierno va todo al mercado, generando un cambio de régimen, que no era necesario. Lo que hace falta es mejorar las políticas públicas, reorganizar el Estado, pero no apostar todo al mercado. Corremos el riesgo de tropezar nuevamente, compensando con endeudamiento, esperando un derrame que no llega, y complicando luego la situación social.

P: ¿Acuerda con la medición de la UCA que indica que el 30% de la población es pobre?

R: Para medir pobreza en Argentina hace falta una muestra de 13.000 casos, que es lo que hacía el Indec. Ante la ausencia de Indec, la medición que utiliza una muestra más grande es la de la UCA que toma 5.700 casos. Muestra más grande es igual a dato más certero. Por lo tanto creo que es la mejor medición. Según la UCA había un 28% de pobreza en marzo del 2015. Si en los últimos meses aumentaron los alimentos y se perdió empleo, hoy la pobreza es aún mayor.

P: ¿Cuál es la clave para sacar a las personas de la pobreza?

R: Hay cuatro cuestiones. Una es el crédito. Hace falta un sistema de crédito masivo a no más del 5% anual, generado por el estado, para compra de máquinas y herramientas, para el plomero, el gasista o el carpintero. El problema llega a tal punto que en los barrios el que vende droga, que es el que tiene billetes, es el que termina dando crédito. Segundo, hay que promover cadenas productivas, poniendo el eje en el desarrollo local. Dentro de ello, el núcleo clave es la situación de 1.500.000 jóvenes que no estudian ni trabajan. Hay que generar un derecho al primer empleo. Que una empresa que toma a un joven durante dos años tenga el 55% del salario mínimo cubierto. La tercera es un gran plan de vivienda. La vivienda no es sólo cuestión de derechos, sino que implica empleo. Por último, es necesario un tándem entre empleo y planes, de tal manera que quien consigue trabajo mantenga por dos años el plan, generando un empalme.

Fuente: http://www.rionegro.com.ar/diario/no-se-controla-la-inflacion-sin-intervencion-del-estado-8101741-10942-notas.aspx