miércoles, 27 de febrero de 2013

¿Qué hacer con los chicos que cometen delitos?


Por Daniel Arroyo

De todos los problemas sociales que tiene nuestro país, nos encontramos con un drama social de proporciones que da cuenta de 900.000 jóvenes de 16 a 24 años que en Argentina no estudian ni trabajan. Se trata de situaciones complicadas con un ciclo en donde un chico en el Conurbano Bonaerense se encuentra hacinado en la casa (duerme mucha gente en un cuarto, hay mucha gente en el lugar, no tiene espacio, no tiene lugar); se va a la esquina porque en la esquina está mejor que en la casa, porque en la esquina hay más luz, hay más aire, hay más espacio. En la esquina empieza a consumir porque quién no consume y, especialmente, el que no consume paco, es un pibe que está raleado, es el chico que está fuera de todo; cuando empieza a consumir, no sólo tiene un problema de salud y un problema de adicción; comienza a tener un problema de endeudamiento, se endeuda, empieza a necesitar plata; se complica fuertemente con el tema de la droga, especialmente con el paco que es una droga altamente adictiva y se endeuda rápidamente. Y, cuando se endeuda, se le acerca una persona a ofrecerle alguna alternativa para cancelar esa deuda. Ese ciclo es de seis meses en el Conurbano Bonaerense y los Grandes Centros Urbanos en nuestro país. 

Ese ciclo que comienza con un joven que estaba hacinado en la casa y no sabía qué hacer, que se fue a la esquina y está complicado y endeudado, son seis meses. Se completa, luego, con una parte importante de la dirigencia política y los medios de comunicación marcándolo con el dedito y diciendo “Éstos son los pibes causantes de inseguridad; hay robo e inseguridad porque éstos son los pibes causantes de la inseguridad” y lo que hacemos es, básicamente, poner contra las cuerdas a los pibes que no saben qué hacer en la Argentina. O porque no tienen nada que hacer o porque entran en marzo a la escuela y se van en abril, en mayo, antes que les llegue el monto de la beca que les llega en agosto o porque, claramente, enganchan un trabajo que era de $ 650.- pero en realidad, les dan $ 450.- y cuando llegó con la motito de un lado a otro, resultó ser que le descontaron las 2 porciones que se comió en el medio y entonces, le quedan $ 220.- y la cuenta que saca ese joven es que no le sirve el trabajo porque cambia la plata y porque a los que se vinculan a otras cosas en el barrio les va mejor que a los que trabajan. 

Esto quiere decir que los jóvenes que cometen delitos son sólo víctimas?; qué no hay que hacer nada?; que con prevención solamente se resuelve el problema? NO. Hay muchos para modificar y trabajar con los pibes que cometen delitos sin caer en frases hechas y sin creer que la discusión es, sólo, cuál es la edad en la que son imputables por los delitos cometidos. Pero, vale la pena, analizar cuál es el contexto en el que se mueven los jóvenes en Argentina para tener una mirada más integral, que evite tanto la idea de que todo se resuelve con nuevas leyes o que la cuestión pasa exclusivamente por más educación. 

Los recientes hechos de inseguridad han reflotado el debate sobre la edad de imputabilidad como en su momento sucedió con los asesinatos de tres jóvenes en Bariloche, la ola de suicidios adolescentes en Rosario de la Frontera o en diversos casos. 

Parece importante en esta cuestión, separar la paja del trigo: 

· Los jóvenes que cometen delitos no son mayoría en el mundo de la delincuencia. Hay jóvenes, pero también hay adultos, altos, bajos, gordos, flacos, mujeres, hombres que cometen delitos. Suponer que los jóvenes son los que cometen más delitos es un error grave que no marca ninguna estadística real. El problema de la inseguridad es generalizado. 

· Los jóvenes sí, cometen delitos más violentos, más impactantes y con acciones más mediáticas. No establecen relación y pueden terminar de la peor manera por un par de zapatillas o por $20, eso es en parte producto de las adicciones y también por la idea de que no hay futuro y que en el corto plazo la vida de ellos mismos se va a terminar. 

· Es claro que hace falta un sistema de responsabilidad penal juvenil, con jueces y defensores especializados en jóvenes para los que cometen delitos graves. Este sistema debe darle garantías al joven y debe permitirle al juez enviarlo a un instituto cerrado si ha cometido un delito que determine esa situación. 

· La cuestión de los delitos graves da cuenta de dos situaciones, a la vez: a) el chico que mata o roba generalmente tiene un mayor detrás y una red de corrupción que usa a los jóvenes. Si no se desbarata esa red, la cosa no va a cambiar; b) la otra cuestión es a dónde va un chico que cometió un delito. 

· Los Institutos se encuentran colapsados, abarrotados de chicos que no pueden salir al patio y que usan el aula como una celda más porque no hay otro lugar. El problema hoy de los institutos es el hacinamiento (el mismo que da origen al conflicto social en los grandes centros urbanos). Si no avanzamos en la construcción xde institutos de 24 chicos, con escuela adentro, capacitación laboral y máquinas y herramientas que puedan llevarse para trabajar luego, la reinserción pasa a ser sólo una palabra vacía que no tiene ninguna condición real para efectivizarse. 

Es necesario, de este modo, un plan masivo que ponga el acento en la inclusión de los jóvenes y que, además de incluir los programas de becas y apoyo económico que ya se están llevando adelante en la Argentina, incorpore también una red de tutores creíbles para los jóvenes. 

En relación al sistema laboral, el problema de los jóvenes no es entender qué tarea deben realizar, sino mantener una rutina laboral de ocho horas, cuando muchos no han visto ni a su padre ni a su abuelo trabajar. 

Los jóvenes sólo creen en aquellos a quienes ven cotidianamente y no respetan tanto a las instituciones como sí a algunas personas específicas: la maestra que tiene buena onda, algún pibe de la esquina, algún referente vecinal, algún técnico de club de barrio. Hay que potenciar una red de tutores para los jóvenes a los que sientan que no tienen que fallarles, y que puedan ayudarlos a sostenerse en su tarea laboral o en la escuela. 

La tarea de la política no parece ser, precisamente, señalarlos con el dedo y echarles la culpa de la inseguridad sino, en todo caso, brindarles oportunidades para que puedan terminar la escuela secundaria y consigan un trabajo decente. La solución de este problema es central para saber qué país queremos para los próximos años. 

martes, 26 de febrero de 2013

Daniel Arroyo se presentó en el Foro de Políticas Públicas de Escobar

El viernes 22 de febrero, se llevó a cabo el Foro de Políticas Públicas Encuentro Escobar en donde Daniel Arroyo expuso en el panel “Desarrollo y Políticas Públicas de Integración” y habló de la situación de los jóvenes en Argentina y el Fondo Federal de Desarrollo Joven. La actividad estuvo organizada por  la Asociación Civil Estudios Populares y la Fundación Konrad Adenauer.



Daniel Arroyo en Radio Continental

Daniel Arroyo fue entrevistado en el día de ayer por Nelson Castro en el programa "Entre Líneas" que se emite por Radio Continental AM 590 sobre la situación de los jóvenes en Argentina, la necesidad de crear una Red de Tutores y la propuesta para mejorar el "empalme" entre la escuela y el trabajo.




lunes, 25 de febrero de 2013

Daniel Arroyo va a presentar el Fondo Federal de Desarrollo Jóven

FONDO FEDERAL DE DESARROLLO JOVEN

(1) Desde la RED PAR (Red de Prioridades Argentinas) vamos a lanzar, en los próximos días, la propuesta de Fondo Federal de Desarrollo Joven.

(2) Como Presidente de la RED PAR voy a promover la junta de firmas para hacer Ley el Fondo Fedral de Desarrollo Joven con el objetivo de ...

(3) Crear una red de 20.000 tutores (una maestra, cura, pastor, técnico de club de barrio) que tenga el objetivo de acompañar a los jóvenes.

(4) Crear el Derecho al Primer Empleo, con incentivo fiscal a las empresas que incorporen jóvenes.

(5) Ir al "sistema dual" que le permite a un joven cursar los últimos años de la escuela secundaria y, a la vez, trabajar en una fábrica.

(6) Descentralizar recursos a municipios y organizaciones sociales para encarar escuelas de oficios que se vinculen con cada realidad local.

(7) Masificar el microcrédito para que los jóvenes accedan a crédito a tasas subsidiadas que les permita comprar herramientas y máquinas.

(8) Crear una Unidad Especial (fuera del esquema actual de seguridad) para combatir la venta de droga en los barrios.

(9) Ir a un "empalme": el que tiene un plan social, si consigue trabajo, arranca con ambas cosas, pero luego va saliendo del plan en 2 años.

(10) La inclusión de los jóvenes es la prioridad, por eso vamos a ir a fondo para que esta iniciativa tenga consenso y se transforme en ley.

Daniel Arroyo en el diario El Siglo de Tucumán

El Siglo por Sergio Federovisky

El viernes 22 se cumplió el primer año de la tragedia de Once, en que murieron 52 personas como resultado de la larga cadena iniciada con el desguace de los trenes por parte del menemismo y la decadencia corrupta prolongada por la política de subsidios y concesiones a los amigos del poder.
Hubo en los últimos cinco meses, a partir de la asignación al ministro del Interior Florencio Randazzo del área de transporte, una especie de reacción evidenciada en la decisión anunciada de invertir en vagones, locomotoras, vías, andenes, rieles, y estaciones. Nada que pueda, en el corto plazo, subsanar casi tres décadas de desidia, desinversión, atraso y desprecio por los millones de argentinos que cada día no tienen más remedio que subirse a un tren para ir a trabajar. Pero como en la Argentina no se gobierna -ya sea el gobierno de derecha, progresista, neoliberal o rejuntado- para resolver los problemas cotidianos, viajar es menos importante que una reelección o la trasmisión del fútbol.
Hace pocos meses, cuando los saqueos de fin de año, el sociólogo Daniel Arroyo, que fue el primer ministro de Acción Social de Daniel Scioli apenas asumió como gobernador, explicó cuáles eran a su criterio los motivos reales -más allá de la imbecilidad de la conspiración- que dan lugar a esas pequeñas puebladas. Esos ejercicios de protesta poco convencional, decía Arroyo, tenían su origen en el "mal vivir". Arroyo señalaba que en la Argentina de hoy, a diferencia del 2001, el problema más acuciante no es el hambre, más allá de que los índices de desnutrición sigan siendo altos. Especialmente en las áreas suburbanas de las grandes ciudades el problema más angustiante es lo mal que se vive. Y se vive mal, ejemplificaba, por tres cuestiones centrales: el trabajo (en negro, precario, en pésimas condiciones, mal pago); la vivienda (el hacinamiento, la ausencia de servicios elementales) y el transporte. 
Nadie puede sentirse mínimamente digno (sería una utopía pretender sentirse mínimamente feliz) si viaja en las mismas condiciones que una vaca.
Atravesar el conurbano para llegar al centro de la ciudad de Buenos Aires puede demandar hasta más de dos horas de viaje. Parado, o mejor dicho colgado, con calor o con frío, con riesgo de que lo roben, con peligro de caerse, con la amenaza de que el tren no llega, que se rompe, así se viaja en la Argentina. Y a veces ese hilo tan delgado se rompe. Y mueren 52 personas, como el 22 de febrero de 2012 a las 8.32 de la mañana cuando un tren de la línea Sarmiento se incrustó en la estación de Once.
Todos, rápidamente, miraron hacia el maquinista que manejaba el tren. Es lo más sencillo: el piloto de Lapa, que murió, resultó -hasta para la justicia- el único culpable de la tragedia de Aeroparque. Todos miraron hacia el maquinista: que si estaba borracho, que si tenía epilepsia, que si se quedó dormido. Pero esta vez las pistas acerca de las causas que condujeron a ese accidente estaban demasiado claras. En apenas un año, la justicia está en condiciones de convocar a un juicio oral y público, en el que se sentarán a dirimir su inocencia, dos ex secretarios de transporte y los empresarios a cargo de recibir montañas de dinero en subsidios que jamás se aplicaron al mejoramiento de la calidad del transporte. Y si la justicia ya está en condiciones de determinar que fue la negligencia, la corrupción, la desidia, el desprecio, el robo, lo que llevó a ese tren chocar contra la estación es porque todo eso es indisimulable. Un solo dato: tres días después de la tragedia, se conoció que los Cirigliano (grupo empresario de estrecha amistad con los Kirchner que ostentaba la concesión de Trenes de Buenos Aires) usaban los subsidios para jugar en las cuevas con el precio del dólar. De comprar una locomotora, ni hablemos.
Todo lo ocurrido en Once es muy claro para todos. O para casi todos. El gobierno sigue inmerso en su lógica de ignorar el asunto como si de ese modo pudiese dejar de existir en la realidad y en la memoria de los familiares de las víctimas y, por añadidura, en toda la sociedad. Sólo dos veces en un año, la presidenta Cristina, que toma el micrófono ante cada inauguración o evento, mencionó públicamente la masacre de Once y no fue para pedir disculpas en nombre del Estado que abandonó a esas personas y a los millones que viajan diariamente en medios de transporte que ningún ser humano merece. La segunda vez fue el jueves, a horas de cumplirse el primer aniversario de la tragedia, y la mención duró poco más de un minuto, siete veces menos que la diatriba contra Mauricio Macri por la tala de los árboles del centro de la ciudad de Buenos Aires.
Cuando ocurrió la tragedia de Cromañón pasó algo similar: el entonces y después destituido jefe de gobierno Aníbal Ibarra se escondió cual una rata y el matrimonio Kirchner jamás hizo mención alguna al tema.
¿Sabrán que aunque no se los nombre los dramas no dejan de existir? ¿Sabrán que no hay nada que enaltezca más a una persona -y por ende a un político- que hacerse cargo, dar la cara, arreglar las cosas desde el reconocimiento de que han sido rotas?
Decía el padre de uno de los muertos de Once que a los políticos -en tanto representantes del Estado, es decir responsables de gran parte de la vida de los habitantes de un país- les cuesta horrores bajar a tierra y sentir lo que sienten los mortales. La mezquindad de ocultar una desgracia pública por temor al costo político que pueda provocar es una imperdonable consecuencia de esa progresiva distancia. Y citaba una estrofa de un tema de Los Redondos: "Cuanto más alto trepa el monito, el culo más se le ve".

viernes, 22 de febrero de 2013

III Seminario Internacional de Políticas Públicas y Gestión Local

El día 14 de marzo Daniel Arroyo se encontrará exponiendo en el panel "Desarrollo Social y Políticas Públicas" realizado en el marco del III Seminario Internacional de Políticas Públicas y Gestión Local que es organizado por la Municipalidad de Zárate (Buenos Aires), el H. Ayuntamiento de Coatepec (Veracruz, México) y la Universidad de Alicante (España). Dicho Seminario se llevará a cabo en  el Forum Cultural de  Zárate.

jueves, 21 de febrero de 2013

Foro de políticas públicas en Escobar

El próximo viernes 22 de febrero, a partir de las 20 hs., Daniel Arroyo se encontrará exponiendo en el panel “Desarrollo y Políticas Públicas de Integración” en el marco del Foro de Políticas Públicas Encuentro Escobar, que tendrá por objetivo crear un espacio de debate para la elaboración de políticas públicas que contemplen la realidad del Partido de Escobar y sus distritos, en función de las propuestas y aportes de sus propios vecinos. La actividad está organizada por  la Asociación Civil Estudios Populares y la Fundación Konrad Adenauer. El evento se realizará en Asborno 752, Belén de Escobar.



lunes, 18 de febrero de 2013

Daniel Arroyo en Santiago del Estero

Los días 12 y 13 de marzo Daniel Arroyo se encontrará en Santiago del Estero brindando un Taller de Planificación para la elaboración de planes de trabajo territorial en dicha provincia. El taller está organizado por la Subsecretaría de Desarrollo Rural - Delegación Santiago del Estero.

viernes, 15 de febrero de 2013

Daniel Arroyo en Chile

Daniel Arroyo se encontrará el día 8 de marzo en la ciudad de Santiago de Chile en el marco del "Seminario de Liderazo para el Cambio - La democracia que queremos", en donde expondrá sobre Nuevas políticas sociales inclusivas y desarrollo local para la democratización de la región. Dicho seminario está organizado por Porticus, CELAH y Claritas.

jueves, 7 de febrero de 2013

Daniel Arroyo va a presentar el Fondo Federal de Inclusión Jóven

FONDO FEDERAL DE INCLUSIÓN JOVEN

(1) Desde la RED PAR (Red de Prioridades Argentinas) vamos a lanzar, en los próximos días, la propuesta de Fondo Federal de Inclusión Joven.

(2) Como Presidente de la RED PAR voy a promover la junta de firmas para hacer Ley el Fondo Fedral de Inclusión Joven con el objetivo de ...

(3) Crear una red de 20.000 tutores (una maestra, cura, pastor, técnico de club de barrio) que tenga el objetivo de acompañar a los jóvenes.

(4) Crear el Derecho al Primer Empleo, con incentivo fiscal a las empresas que incorporen jóvenes.

(5) Ir al "sistema dual" que le permite a un joven cursar los últimos años de la escuela secundaria y, a la vez, trabajar en una fábrica.

(6) Descentralizar recursos a municipios y organizaciones sociales para encarar escuelas de oficios que se vinculen con cada realidad local.

(7) Masificar el microcrédito para que los jóvenes accedan a crédito a tasas subsidiadas que les permita comprar herramientas y máquinas.

(8) Crear una Unidad Especial (fuera del esquema actual de seguridad) para combatir la venta de droga en los barrios.

(9) Ir a un "emplame": el que tiene un plan social, si consigue trabajo, arranca con ambas cosas, pero luego va saliendo del plan en 2 años.

(10) La inclusión de los jóvenes es la prioridad, por eso vamos a ir a fondo para que esta iniciativa tenga consenso y se transforme en ley.

miércoles, 6 de febrero de 2013

Daniel Arroyo sobre los Desafíos de la Argentina

En esta segunda oportunidad, Daniel Arroyo, junto a Fabio Quetglas, explican los desafíos que enfrenta la Argentina en el futuro.


lunes, 4 de febrero de 2013

Daniel Arroyo sobre el Desarrollo Territorial en Argentina

En esta oportunidad, dejamos un video grabado por Daniel Arroyo junto a Fabio Quetglas en donde explican las cuestiones en torno al Desarrollo Territorial en Argentina.