lunes, 4 de junio de 2012

La Asignación Universal debería quedar como un derecho adquirido

El siguiente artículo fue publicado por Nuevo Diario

El prestigioso analista remarcó que en el país mejoró la contención social, pero reconoció que faltan políticas para lograr un trabajo sostenido.

"Si analizáramos detenidamente la situación social de la Argentina de esta última década, diríamos que considerablemente ha mejorado. En 2001, teníamos un 57% de pobreza y 28% de desocupación. En la actualidad, estas cifras han cambiado pero aún así tenemos grandes problemas sociales”.

Expectante de una Argentina con mayor inclusión para todos sus habitantes, el Lic. Daniel Arroyo dialogó con Nuevo Diario, LV11 y FM 88.1 sobre el curso de postgrado: “La situación social en Argentina: diagnósticos y políticas públicas”, que dictará los próximos 6 y 7 de junio, y continuará los días 27 y 28 del corriente en la UNSE, actividad organizada por la Escuela para la Innovación Educativa (EIE).

El objetivo central del dictado del curso consistirá en desarrollar los cambios producidos en la estructura social argentina a partir de los últimos años, en base al desarrollo de la “nueva cuestión social”. Asimismo, describir las políticas sociales puestas en marcha y los principales debates en torno a ellas.

Problemas a resolver


Según la mirada del politólogo, en nuestro país se presentan nuevos desafíos, nuevos modelos de intervención y nuevos problemas que atender. La pobreza estructural, el trabajo informal, la calidad de la educación, las adicciones, los jóvenes que no estudian ni trabajan y la violencia en el hogar, son los temas que, según el especialista, deben ser atendidos con suma urgencia.
A ello remarcó que en la actualidad, “tenemos un 30% de informalidad económica, 15% de pobreza estructural, y esto requiere de grandes respuestas no sólo masivas, sino de cambios orientados al mundo del trabajo”.

Para su pormenorizado análisis, Arroyo tomó datos de la Encuesta Permanente de Hogares de la Argentina (Indec), estudios de mercado laboral, y también por su conocimiento sobre la temática, cuando se desempeñó como secretario de Políticas Sociales y Desarrollo Humano del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, desde el año 2003 hasta el año 2007.

“Soy un convencido de que estamos ante una segunda generación de problemas sociales que cobraron fuerza en 2001 y que ahora nos obligan a repensar algunas acciones, aunque tuvimos un importante crecimiento económico”, destacó el reconocido analista.

Recuperar paradigmas

El profesional remarcó que la desigualdad entre ricos y pobres es del 24,1% e indicó a su vez que “existe un gran desafío que tiene que ver con la situación de los jóvenes de 16 a 24 años que no estudian ni trabajan”. Entre las nuevas políticas de Estado, implementadas por el actual Gobierno nacional, destacó la Asignación Universal por Hijo, como una de las políticas sociales más importantes y de mayor impacto en la Argentina. “La AUH es el programa más grande que tiene la Argentina, y ya tenemos a 3.600.000 que arrancan con una asignación familiar de 270 pesos por niño por mes, lo cual es una buena base”.

“En los próximos años debería quedar la AUH como un derecho adquirido y permanente, y el resto de los programas sociales que asiste a los distintos grupos vulnerables. Debería reconvertirse al tema del trabajo y ver en cada región del país cuáles son las producciones esenciales para incluir a los jóvenes que no tienen el secundario completo, para crear incentivos económicos”, destacó.

Cursos para creer en una nueva gestión del Estado

El curso “La situación social en Argentina: diagnósticos y políticas públicas”, tendrá una duración total de 30 horas. Por informes, los interesados en participar pueden comunicarse al teléfono: (0385) 4509541, Escuela para la Innovación Educativa.

Entre sus contenidos programáticos, la modalidad del cursado se dividirá en 4 módulos: El debate en torno a los conceptos de pobreza y exclusión; La nueva estructura social de Argentina. De la idea de “nuevos pobres” al análisis de la desigualdad; Las formas de movilización y participación comunitaria; Los paradigmas predominantes en la gestión del Estado.