jueves, 11 de febrero de 2010

Ideas para la Argentina que viene: Masificar el microcrédito

La masificación de los sistemas de microcréditos existentes que logren llegar a los casi cuatro millones de cuentapropistas que tienen tecnología atrasada y, por tanto, interactúan mal con el mercado.

En lo referido al microcrédito, parece necesario ver como se puede dar un salto de muchas y buenas experiencias que se han desarrollado en los últimos años a una escala que de cuenta de los casi 4 millones de cuentapropistas que trabajan con tecnología retrasada en nuestro país y que son pobres porque no alcanzan los ingresos mínimos.
La pobreza en Argentina está muy vinculada a la tecnología inadecuada, esto es un carpintero que no accede a una sierra circular y que por tanto no hace muebles a medida y pierde oportunidades de mercado o un mecánico de autos que como nadie le da crédito para una computadora no atiende los autos con motores a inyección. Lo mismo sucede con una señora que cose ropa en su casa y que a falta de mejores máquinas no logra romper el círculo de la pobreza.
La masificación de los sistemas de microcréditos y el debate acerca de cuál es el rol del sector financiero aquí parece fundamental para reducir los niveles de vulnerabilidad social.
Los avances en los últimos años han sido realmente importantes tanto del sector financiero como de las áreas sociales pero resulta importante establecer mecanismos para masificar el crédito a los que no tiene garantías y, junto con ellos, encarar una red de seguimiento que acompañe a los pequeños emprendedores.
El problema del desempleo no sólo se mejora con microcrédito, sino también con mecanismo de acompañamiento y capacitación laboral. En este aspecto también ha habido avances importantes. Lo que viene es el debate acerca de cuáles son los sectores estratégicos en los que habría que generar mecanismos de incentivos para que los sectores de baja calificación consigan trabajo. Son muchos los sectores productivos que mejoran el PBI en Argentina pero son pocos los que llegan hasta la punta de la cadena, es decir los que incorporan a los jóvenes que no tiene secundaria completa. La construcción, el textil, la metalmecánica, el calzado, las curtiembres, los frigoríficos generan movimiento y permiten incluir a estos sectores.
De allí la necesidad de que junto con la masificación del microcrédito se generen mecanismo de incentivos para el desarrollo de estas actividades.